Desmontamos 8 mitos sobre la hernia discal
De forma muy habitual nos encontramos con personas que acuden a nuestro centro, o que realizan tratamiento vía online, y que conviven con FALSAS CREENCIAS en torno a la hernia discal.
Por ello, hemos decidido aclarar esas falsas convicciones y desmontar los MITOS más frecuentes relativos a la HERNIA DISCAL.
★ MITO 1: Una hernia discal es para siempre
FALSO
Numerosos estudios científicos han demostrados que las hernias se pueden reabsorber de forma espontánea sin necesidad de entrar en el quirófano. Prácticamente el 70% de las hernias se llegan a reabsorber, y aunque no fuera así, los métodos conservadores de rehabilitación basados en ejercicios de fuerza, control motor y movilidad pueden permitir que tengas calidad de vida aunque tengas una hernia discal.
Así que nadie se asuste cuando su médico le diagnostica una hernia discal dado que puede ser algo momentáneo y no de por vida.
★ MITO 2: La hernia discal es la causa de mi dolor crónico
NO ES ASÍ SIEMPRE
Muchas veces en el diagnóstico médico tras realizar una resonancia magnética, salen varias hernias en la columna que no tienen relación directa con el dolor de espalda.
Esto lo sabemos por los síntomas que presenta el paciente, ya que en muchas ocasiones los síntomas no guardan relación con lo que se ve en la imagen.
Esto ocurre porque el dolor es multifactorial, y aunque tengas una hernia desde hace años, el dolor agudo tiene una duración de pocas semanas. Es más la estrategia que lleves después y tu sistema de creencias con respecto a lo que te ocurre lo que hace que el dolor perpetúe.
En efecto podemos encontrar personas con hernias más severas o más numerosas sin ningún dolor y personas sin hernias con mucho dolor.
Factores como el stress laboral, la falta de sueño o la inactividad física han demostrado ser mejores predictores del dolor crónico.
★ MITO 3: Levantar peso es contraproducente para la hernia discal
FALSO
De hecho, no conseguir levantar un peso del suelo para un paciente con dolor de espalda es el fracaso absoluto y la condena que va a tener que aguantar de por vida, a no ser que afronte sus miedos y empiece a fortalecer la musculatura para poder llevar una vida normal.
Evidentemente, si tienes dolor de espalda y te da miedo inclinarte, hoy no te voy a pedir que cojas un peso, pero sí que debes perder el miedo a inclinarte realizando ejercicios con los que te enseñamos a tomar conciencia de cómo realizar una flexión de columna sin hacerte daño, y aprendiendo a utilizar los músculos que dan soporte a la columna.
Diría que levantar peso siempre y cuando haya un programa de ejercicio pautado por un profesional va a permitir que el paciente con dolor de espalda se vuelva más autónomo y vaya tolerando mejor las inclinaciones
★ MITO 4: Tengo que guardar reposo, debo dejar de moverme o empeorará la lesión de disco
FALSO
Si dejas de moverte seguirá bajando el tono muscular y cuando intentes moverte para poder empezar a hacer vida normal, te verás bastante rígido y con incapacidad de movimiento.
Así que cuando pase el brote de dolor agudo debes empezar a caminar, pasear en bici, hacer ejercicios suaves de movilidad y fortalecimiento como los que encontrarás en este canal y así verás que tu calidad de vida mejora cada vez más.
El disco está totalmente presurizado y es una estructura muy fuerte, deberás evitar movimientos bruscos y de alto impacto, sobre todo en las fases más intensas de dolor, pero si te vas moviendo con ejercicios suaves, recibes educación en dolor y tienes un buen plan de trabajo guiado por un buen profesional serás capaz de hacer vida normal.
★ MITO 5: Debo de dejar de hacer deporte de impacto
FALSO
Si tu pasión es correr o realizar deporte de impacto y tienes una hernia discal, puedes volver a realizar deporte de impacto, realizando una buena preparación física orientada a fortalecer la espalda y los músculos del core para ir quitando el dolor, y después ir realizando una exposición gradual al impacto para que puedas realizar el deporte que te gusta.
Hay muchos ejemplos de deportistas jóvenes y mayores que han vuelto a realizar deporte de impacto sin dolor después de tener dolor de espalda por una hernia discal.
★ MITO 6: la cirugía es la primera/única/mejor opción ante una hernia discal
FALSO
Si tienes control de esfínteres, puedes caminar, y no tienes que estar en cama las 24 horas del día a base de antiinflamatorios y relajantes musculares, lo más probable es que no tengas que hacer cirugía.
Hay varios casos en los que el neurocirujano puede recomendar la operación, cuando hay por ejemplo claudicación de la marcha, pérdida severa de fuerza que no mejora en el plazo de 6 a 12 semanas, si el dolor es persistente y muy intenso y no somos capaces de rebajarlo con medicamentos o con opioides como la morfina, entonces podríamos plantearnos la operación.
Ya son muchos los casos de pacientes con hernia discal que se han operado y a día de hoy siguen con dolor, porque el motivo de su dolor no era la hernia discal, aunque esto apareciera en la resonancia magnética. Por eso en el 95% de los casos la hernia discal no debería operarse.
★ MITO 7: La hernia de disco me impide doblar la espalda
FALSO
En este caso estamos hablando de un miedo o de una creencia del paciente que no está siendo abordada desde el punto de vista biomecánico.
Esta sensación de la incapacidad a la flexión puede ocurrir en la fase de dolor agudo, y se puede extender a lo largo de los años si el paciente no realiza una rutina de ejercicios que le ayude a generar una flexión de tronco sin dolor.
En la mayoría de los casos, el miedo a la flexión sigue provocando que los músculos de la espalda y de la cadera responsables de sostener esa flexión estén atrofiados y esto junto con la ausencia de un plan adecuado para que el paciente lleve a cabo una exposición gradual a la flexión de columna, hace que el paciente siga incapacitado a realizar este gesto.
Así que realmente lo que impide la flexión no es la hernia, sino la incapacidad a la flexión.
★ MITO 8: Los discos se deslizan fuera de lugar
FALSO
Es imposible.
Los discos están totalmente presurizados y están unidos a unos ligamentos que hacen que estos discos se unan firmemente a las vértebras de arriba y de abajo.
Lo que sucede con los discos es que se hernian, y esto es como una herida que genera una brote inflamatorio para que nuestro sistema inmune empiece a curarlo.
Pero tenemos que borrar esa idea de que los discos se deslizan del lugar cuando nos inclinamos o cuando nos extendemos.
Sergio Sukunza
Colegiado 57361