Hernia discal cervical: Todo lo que necesitas saber + 14 ejercicios
1. Qué es una hernia cervical
La columna cervical tiene 7 vértebras y entre sus vértebras hay 6 discos.
Una hernia cervical sucede cuando el núcleo del disco se rompe y junto con sus anillos fibrosos todo el material que hay dentro del disco protruye hacia la capa externa del disco.
En un momento inicial, cuando tenemos una hernia cervical, el dolor puede llegar a ser bastante agudo e incapacitarnos para tener una vida normal. Este dolor intenso nos obliga a guardar reposo y a tomar algún tipo de medicación que nos ayude a controlar el dolor tan intenso.
En ocasiones podemos escuchar al médico decir que tenemos una protrusión discal. La diferencia entre la protrusión y la hernia es básicamente que en una protusión los anillos fibrosos del disco se rompen pero no salen de ese espacio que ocupa el disco.
4. Causas que la provocan
A la hora de explicar cuáles son los motivos que pueden originar una hernia cervical, vamos a abordar la importancia y la influencia de la compresión que reciben los discos en diferentes posiciones. El disco es una estructura muy fuerte, muy presurizada, pero que, dependiendo de la posición de la cabeza, puede ir recibiendo mayor o menor compresión.
Esta compresión repetida en el tiempo en determinadas posturas o por determinados hábitos que tenemos durante el día a día, va hacer que el disco poco a poco se vaya deteriorando y se vaya degenerando con la edad. Aunque este no es siempre un motivo suficiente para generar una hernia cervical.
También podemos tener un traumatismo, un accidente o esfuerzos mal realizados que generen esta hernia cervical.
3. Síntomas
Los síntomas típicos de una hernia cervical suelen ser, en un momento inicial, un dolor muy agudo, sordo, que puede ir acompañado de quemazón. Es un dolor constante durante todo el día.
Es un dolor que vas a notar incluso en la cama y te va a incapacitar para tomar un descanso de calidad, y puede ir acompañado de entumecimiento en el cuello, hormigueo en los brazos o incluso en los dedos de las manos, dependiendo de la raíz del nervio que esté irritando esa hernia.
En estos casos lo más indicado es esperar a que pase este brote de dolor agudo, que puede variar en torno a unos 10 días, hasta unas 3-4 semanas como mucho, y va a ser muy importante que tu médico te ayude con una buena medicación para que te ayude a controlar el dolor.
A partir de ahí podrás empezar poco a poco a abordar los síntomas con fisioterapia y ejercicios.
6. Tratamientos
A la hora de abordar una hernia cervical va a ser muy importante que se nos confirme que tenemos realmente esa hernia. La mejor prueba para ello es la resonancia magnética, que nos la va a facilitar nuestro traumatólogo.
En cuanto a las fases de tratamiento vamos a distinguir 2 fases:
La primera de ellas es la fase de dolor agudo, en la que es muy importante acertar con la medicación para bajar esos niveles de dolores iniciales tan agudos, e iniciar rápidamente trabajos con el fisioterapeuta con ejercicios suaves de movilidad y control motor.
Cuando termina esta fase inicial de dolor agudo entramos en una fase avanzada de la hernia cervical y aquí va a ser muy importante que demos con el experto que nos enseñe esos ejercicios de movilidad, estabilidad y fortalecimiento.
También va a ser muy importante que empecéis a moveros gradualmente, que realicéis paseos, ya que el movimiento de los brazos al caminar es muy importante para la columna cervical.
7. Ejercicios
En cuanto a la fase de ejercicios terapéuticos y de prevención, es muy importante que distingamos las dos fases de las que hemos hablado.
FASE DE DOLOR AGUDO
En la primera fase de dolor agudo va a ser muy importante que empecemos con trabajos disociativos de movilidad.
Vamos a separar la movilidad de la columna dorsal y la columna cervical. Vamos a hacer ejercicios orientados a distinguir la movilidad de ambas partes de la columna vertebral, porque como estaremos muy limitados por el dolor cervical, va a ser más fácil que abordemos este dolor desde partes más distales a la columna cervical. Es decir, vamos a empezar a mover desde hombros para abajo en lugar de mover desde arriba, ya que esto nos va a ayudar más a controlar el dolor.
Por otra parte, será importante saber que si tenemos dolor irradiado y hormigueo por el hombro y el brazo, es muy importante que el fisioterapeuta nos eduque en cómo no tenemos que actuar para seguir irritando este nervio. Por lo que va a ser muy importante la educación en dolor.
De seguido empezaremos a mover un poquito los brazos, a hacer ejercicios de movilidad suaves, porque si el nervio está irritado va a admitir muy bien el movimiento y de esta manera nos va a permitir también empezar a hacer ejercicios de fortalecimiento suaves que integraremos en la rutina.
EJERCICIOS FASE DE DOLOR AGUDO
Podéis visualizar los ejercicios en el video en el Capítulo Ejercicios Fase de dolor agudo
1 Gato adaptado
2 Flexión de cadera
3 Rotación de columna tumbado
4 Disociación sentado
5 Aplastar toalla
6 Extensión cervical
7 Remo
FASE AVANZADA
En la fase más avanzada de la rehabilitación lo que vamos a empezar a hacer será fortalecer los músculos que están situados en la columna cervical. Vamos a empezar con ejercicios más locales y vamos a empezar a fortalecer los hombros, que son muy importantes de cara a la estabilidad del cuello, principalmente la cintura escapular, es decir, las 2 “paletillas” de la espalda que se sitúan en la parte próxima a los hombros.
También vamos a incidir en mejorar los rangos de movimiento de la columna cervical, sobre todo en rotación, flexión y extensión.
Y lo más importante es que vayamos integrando todo esto en los movimientos de nuestra vida cotidiana con ejercicios más funcionales.
EJERCICIOS FASE AVANZADA
Podéis visualizar los ejercicios en el video en el Capítulo Ejercicios Fase Avanzada
1 El gato
2 Rotación de columna abriendo brazo
3 Isométrico 4 direcciones
4 La W
5 El avión
6 Tracción con goma
7 Remo con TRX
Sergio Sukunza – Osasun Sport Clinic