Dolor de rodilla | Hoffitis: lesión de la grasa de Hoffa
1. Qué es la grasa de Hoffa
La grasa de Hoffa es una almohadilla formada por un tejido adiposo que se ubica detrás del tendón rotuliano, en la parte inferior de la rodilla.
Cuando esta grasa se inflama se produce la lesión denominada Hoffitis, también conocida como enfermedad de Hoffa o síndrome de la almohadilla grasa infrarrotuliana.
Su morfología hace que sirva como cojín flexible para proteger de la compresión a la articulación, principalmente en la extensión de rodilla.
Cuando se inflama esta grasa produce dolor e hinchazón en la parte anterior de la rodilla.
Esta lesión es frecuente en deportes donde los gestos son muy repetitivos y donde hay mucha compresión en la rodilla. Por ejemplo, tenis, fútbol, runnig, skate, surf…
Esta lesión que han sufrido deportistas famosos como Rafael Nadal, y que ya le obligó a perderse los Juegos Olímpicos, se puede «curar al 100%».
2. Cómo es el dolor de la hoffitis
El dolor suele ser característico en la zona anterior de la rodilla.
Suele limitar bastante la extensión terminal de la misma.
Puede ir acompañada de inflamación (aspecto de rodilla hinchada) y de sensación de quemazón.
El dolor genera que la rodilla se encuentre ligeramente flexionada, sobre todo cuando cargamos el peso sobre esa pierna.
3. Test diferencial del dolor
Para diagnosticar la Hoffitis haremos un sencillo TEST. Localizaremos la grasa justo debajo del tendón rotuliano con los dos dedos pulgares, presionaremos y realizaremos una extensión de rodilla.
En ese momento de extensión, si tenemos Hoffitis, sentiremos molestia.
Es una lesión que se suele confundir con la tendinitis del tendón rotuliano, ya que la zona donde se localiza la grasa de Hoffa es muy próxima al tendón.
Por eso es importante a la hora de realizar el test, presionar la parte próxima al tendón y al mismo tiempo realizar la extensión terminal de la rodilla, para saber si el dolor procede de la grasa de Hoffa.
4. Pruebas médicas para el diagnóstico
Las pruebas médicas más utilizadas para su diagnóstico suelen ser la ecografía y la resonancia magnética.
Si acudes a un fisioterapeuta y utiliza un ecógrafo, podrás ver como la grasa de Hoffa se encuentra más inflamada cuando hay Hoffitis.
Si acudes al médico, el traumatólogo será quien te recomiende realizar la resonancia magnética, con la cual lograremos una imagen donde se puede apreciar esta inflamación de la grasa de Hoffa.
5. Factores de causa
La Hoffitis puede estar generada por varios factores que podemos dividir en 2 tipos:
1. Factores mecánicos intrínsecos dentro de la propia articulación
Suele darse en deportistas que repiten gestos deportivos donde hay mucha compresión en la articulación. Suelen ser deportistas que no realizan ningún complemento de ejercicios basado en prevención de lesiones, como pueden ser estiramientos, fortalecimiento del cuádriceps, trabajo de estabilidad de la rodilla…
Otros factores intrínsecos suelen ser la mala alineación de la rótula, una mala estabilidad de la rodilla, debilidad muscular que genera que el cuádriceps no sea capaz de controlar esa carga compresiva en la articulación.
2. Factores de tipo extrínsecos
Suelen ser traumatismos directos en la cara anterior de la rodilla. También puede derivarse de alteraciones o lesiones secundarias como pueden ser fracturas, rotura del ligamento cruzado u otras estructuras de la rodilla.
6. Tratamientos
Lo primero que hay que hacer en el caso de Hoffitis es pausar la actividad que te ha generado los síntomas. Si esta lesión ha aparecido debido a un deporte, deberías dejar de realizar dicho deporte.
Acude a un traumatólogo para que te recete unos antiinflamatorios no esteroideos que te van a aliviar un poco los síntomas, y aplica hielo durante 15 minutos un par de veces al día.
En el momento de dolor agudo, primera fase del dolor, es importante evitar la hiperextensión de la rodilla.
Pasado el brote de dolor agudo es importante ponerse en manos de un fisioterapeuta que te aplique terapia manual para ir recuperando esa extensión que tanto cuesta ganar debido al dolor.
Elementos como la diatermia, técnica utilizada en fisioterapia a través de radiofrecuencia, permiten calmar los síntomas.
Solo en última instancia es recomendable la infiltración con corticoides antes de evitar procesos como podría ser una cirugía en el peor de los casos.
Esta infiltración calma de forma más rápida el dolor para poder así iniciar el tratamiento basado en fisioterapia y ejercicios de rehabilitación y prevención de la Hoffitis.
7. Ejercicios
Los 5 ejercicios que mostramos en el video principal van orientados fundamentalmente a:
– quitar tensión de la cadena muscular posterior, para ir optimizando esa extensión de rodilla (estiramiento de los isquiotibiales)
– fortalecimiento del cuádriceps, musculatura ubicada en la parte anterior del muslo, la cual se encarga de protegernos la grasa de Hoffa y de las fuerzas compresivas que sufre la articulación.
– mejorar la estabilidad de la rodilla.
★ Ejercicio 1: Isquiotibiales
★ Ejercicio 2: Glúteo medio
★ Ejercicio 3: Glúteo mayor
★ Ejercicio 4: Cuádriceps
★ Ejercicio 5: Estabilidad rodilla
Ejercicios de prevención
Los ejercicios preventivos de la grasa de Hoffa que podemos ver en el siguiente vídeo no tienen por qué servir para cualquier persona con la rodilla afectada. Estamos ante un deportista que realiza surf y skate y que tiene esta lesión desde hace más de 1 año, así que se considera crónica.
Con los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, combinados con Fisioterapia, mejoró hasta el punto de volver a practicar estos deportes de impacto.
Testimonio
Testimonio de rehabilitación de la grasa de Hoffa.
Tratamiento de la Hoffitis con ejercicio terapéutico personalizado.
Sergio Sukunza – Osasun Sport Clinic